Equilibrar la salud mental, la fe y evitar la tontería
En el mundo, cuando escuchas a alguien mencionar problemas de salud mental, a menudo hay un estereotipo asociado a ello. La gente tiende a asociar los problemas de salud mental con alguien que ha experimentado un colapso total y que ahora vive en la calle, recogiendo basura. A menudo se les puede llamar "locos". Sin embargo, es esencial reconocer que una persona puede estar luchando contra problemas de salud mental mientras todavía usa etiquetas y marcas. Los problemas de salud mental son diversos y una crisis nerviosa puede ser una manifestación de problemas subyacentes que se han ignorado durante mucho tiempo.
No todos los problemas de salud mental son causados por manipulación demoníaca; algunos surgen de la ansiedad y, a veces, nacen de una sobrecarga de la mente. Las enfermedades de salud mental son reales y surgen de problemas que pueden abordarse si se descubre la raíz. El dolor emocional puede tener un impacto importante si no se descubre la raíz. Como iglesia, somos la primera línea de defensa contra los problemas de salud mental y debemos crear programas para ayudar a quienes tienen problemas de salud mental. Cuando se trata de problemas de salud mental, no debemos ignorar los síntomas y situaciones que conducen a un ataque o colapso mental.
Esperar algo que parece que nunca sucederá causa decepción, desilusión y pérdida de esperanza. Muchas personas están lidiando con depresión y ansiedad porque el milagro o avance que estaban esperando ha tardado demasiado en manifestarse. Cuando alguien espera algo por mucho tiempo y sus expectativas no se cumplen, provoca que el corazón se aflija. Salomón entendió esta enfermedad y se refiere a ella en el libro de Proverbios cuando dijo: “la esperanza que se demora enferma el corazón”.
Cada persona pasa por desafíos, pero lo que importa es cómo los afrontas. Los médicos clasifican la ansiedad en varias clases, explicando las diferentes formas de ansiedad y cómo afectan el ser. Algunas formas de ansiedad nacen de expectativas poco realistas. No es un problema soñar, pero sí hay un problema con las expectativas poco realistas, y en la iglesia, muchos tienen estas expectativas poco realistas. Una vez ministré a una mujer que, durante años, dijo que Dios le había dicho que el pastor era su marido, pero el hombre estaba casado. Cuando hablas con ella, suena espiritual, pero la verdad es que la persona está lidiando con un problema de salud mental.
El desafío es que cuando la Biblia habla de la fe, decimos que la fe es la evidencia de las cosas que no se ven. Sin embargo, trazar la línea entre la fe y la necedad puede resultar un desafío. Muchos cristianos están destrozados porque se mantuvieron en lo que asumieron que era fe pero que resultaron ser expectativas poco realistas. La razón de tanta depresión y frustración en la iglesia es que algunas personas vienen con la esperanza de que su situación cambiará. Sin embargo, a menudo creen en una forma de avance o cambio sin sentido práctico, como si un día te despertaras con un millón en tu banco. La Biblia, aunque nos anima a tener fe, también dice que la fe sin obras está muerta. Sí, puedes creerle a Dios por tus finanzas, pero ¿qué herramientas estás usando para atraer ese dinero? Necesitamos llevar nuestras expectativas al ámbito de la realidad.
La iglesia tiene la capacidad de ayudar eficazmente a quienes tienen problemas de salud mental si aprendemos a identificar las causas fundamentales que causan estos problemas. Dios lo bendiga.