Recompensa de Honores: Claves para maximizar la bendición de Dios
La Biblia nos dice que Jesús no pudo realizar obras poderosas en su ciudad natal (Marcos 6:5). A pesar de su deseo de sanar y bendecir, enfrentó restricciones que le impidieron hacer muchos milagros. La pregunta es: ¿por qué la gente de Su ciudad natal no recibió del Señor?
La respuesta está en el honor. La gente no honró a Jesús, y esta falta de honor obstaculizó su capacidad de recibir Sus bendiciones (Marcos 6:4). El honor es esencial porque una persona puede llevar un milagro, un avance o una palabra para ti, pero sin honor es difícil que te ayude a recibir lo que Dios quiere hacer en tu vida.
Considere cómo Dios podría querer liberar favor a través de autoridades civiles, como políticos, gobernadores o líderes locales (Romanos 13:1-2). Si no honras a estas autoridades, aunque Dios quiera prosperarte, tu postura puede impedir la liberación total de Sus bendiciones. Romanos nos dice que las autoridades civiles son ministros de Dios (Romanos 13:4). Al observar las leyes y mostrar respeto a las autoridades, provocas el favor que la nación te tiene (Romanos 13:5).
El mismo principio se aplica a los líderes espirituales. Las cosas que Dios ha dado a un apóstol u otros líderes son accesibles a través del honor (1 Tesalonicenses 5:12-13). Muchas personas reciben sólo recompensas parciales de las naciones o iglesias de las que forman parte porque no honran a quienes están por encima de ellos. El honor es la clave para desbloquear la bendición completa de Dios en tu vida (Proverbios 3:9-10).
Existe una diferencia entre recompensas parciales y recompensas completas. Jesús no pudo realizar muchos milagros en su ciudad natal porque no había honor (Marcos 6:5-6). Las recompensas parciales ocurren cuando se otorga alguna forma de honor, pero no en su totalidad. Esto es similar a recibir sólo recompensas parciales de una nación o iglesia debido a una falta de honor total.
Es importante reconocer que algunas naciones y sistemas tienen fallas. A pesar de esto, honrar a quienes tienen autoridad puede conducir a la prosperidad (1 Timoteo 2:1-2). Las naciones donde se honra a los líderes a menudo prosperan, mientras que deshonrar a los líderes puede conducir al fracaso y la pobreza. Lo mismo se aplica a la iglesia: deshonrar a los líderes espirituales puede resultar en su caída (Hebreos 13:17).
El honor debe extenderse más allá de los líderes y llegar a todos los que te rodean. Respetar, valorar y tener en alta estima a los demás (Filipenses 2:3). Evite juicios rápidos y muestre siempre respeto. Honre a su cónyuge, compañeros y miembros de la comunidad. Reconocer la importancia de los demás y practicar el honor puede conducir a recompensas divinas (Efesios 5:22-33).
Recuerdo un testimonio de una querida mujer de Dios que estaba casada con un Profeta pero que pudo recibir importantes bendiciones debido a su postura de honrar al profeta en su esposo (Lucas 6:38). Esto ilustra que mantener una postura de honor produce recompensas divinas.
¿Estás practicando el honor en tu vida? El honor es más que un gesto cortés; es un principio espiritual que puede impactar enormemente tu vida. Al abrazar el honor, desbloqueas la plenitud de las bendiciones y el favor de Dios.
Honra a todos, incluidos aquellos que tienen autoridad y quienes te rodean. Esta práctica abrirá puertas a mayores recompensas divinas y prosperidad (1 Pedro 2:17).
Dios te bendiga mientras caminas en honor y experimentas la plenitud de Sus bendiciones.