Por qué son importantes las disciplinas espirituales en 2025
El desafío con nuestro estado espiritual, a diferencia del cuerpo humano, es que no podemos ver claramente si estamos con sobrepeso o fuera de forma. El ejercicio ayuda a mantener el peso ideal o perder el exceso de grasa porque cuando uno se involucra en la actividad física, queman calorías. Del mismo modo, nuestra salud espiritual requiere ejercicio intencional para mantenerse en forma y efectivo.
La Biblia nos anima a valorar el ejercicio, como se ve en 1 Timothy 4: 8: "Para el ejercicio corporal, los beneficios de los beneficios: pero la piedad es rentable para todas las cosas, prometiendo la vida que ahora es, y de lo que está por venir". Si bien el ejercicio físico tiene algunos beneficios, el apóstol Paul enfatiza un ejercicio más fructífero, la disciplina espiritual, que tiene un valor eterno.
Así como una persona que está físicamente fuera de forma enfrenta restricciones en las actividades diarias, alguien que es espiritualmente no apto se vuelve limitado en su capacidad de resistir al enemigo y vivir victoriosamente. Muchos luchan innecesariamente porque carecen de fuerza espiritual, que proviene de la práctica consistente de principios piadosos. Pablo enseña que el ejercicio de la piedad equipa a los creyentes para experimentar la abundante vida que Dios promete, tanto ahora como en la eternidad.
Cuando te involucras en disciplinas espirituales como la oración o el ayuno, no beneficia a Dios, te beneficia. Estas prácticas amplían su capacidad espiritual, permitiendo que su espíritu influya en su mundo exterior de manera más efectiva. Sin embargo, ayunar sin comprender su propósito es simplemente una huelga de hambre. Las disciplinas espirituales son esenciales porque fortalecen el espíritu y eliminan las barreras que obstaculizan su plena expresión.
La obesidad espiritual, un estado de estancamiento o negligencia espiritual, es aún más peligrosa que la obesidad física porque la vida se rige por el Espíritu. La salud espiritual de una persona determina su capacidad para navegar los desafíos de la vida y mantener las bendiciones de Dios. Su caminata espiritual es personal e independiente de cuán poderoso puede ser su líder espiritual. El crecimiento requiere un compromiso personal para construir y desarrollar usted mismo.
Para mantener la salud espiritual, las disciplinas de práctica como el ayuno, el estudio de la palabra, la adoración, los tiempos tranquilos y la oración. Estas actividades mantienen a los creyentes espiritualmente en forma y listos para recibir y mantener los milagros de Dios. Sin preparación espiritual, incluso si se liberan milagros, no pueden ser completamente transportados o sostenidos.
La Biblia destaca en 1 Corintios 11 que muchos creyentes sufren debilidad y enfermedad porque no pueden discernir el cuerpo del Señor adecuadamente. Esto subraya la importancia de comprender y aplicar la Palabra de Dios correctamente. Las disciplinas espirituales como la oración, el ayuno y el estudio de la palabra son fundamentales para el crecimiento cristiano. Sin embargo, muchos han reemplazado estos elementos esenciales con una dependencia de la profecía, dejándolos espiritualmente poco saludables e ineficaces.
Este año, 2025, puede ser un punto de inflexión para su viaje espiritual. Comprométase a practicar principios espirituales: preparador, ayuno e interactuar con la palabra. Únase a nosotros en tiempos de oración corporativa y ayuno mientras buscamos crecimiento y acceso a la plenitud de las promesas de Dios. Deje que este sea el año de transformación, donde desarrollas músculos espirituales, fuerza y comprensión que conducen a avances.
Recuerde, una caminata cristiana vibrante requiere un esfuerzo constante en la oración, el ayuno y la palabra. Que este año esté marcado por una disciplina renovada, un crecimiento espiritual y la manifestación de las bendiciones de Dios en tu vida. Mantente alentado, mantente comprometido y mantente bendecido.