La mesa de Reyes

El rey Nabucodonosor pidió algo imposible a sus ministros (sabios, adivinos y magos). Su razón fue porque sabía que si les había explicado el sueño, por astucia le mentirían. Pidió que primero le contaran el sueño y así estaría seguro de que podían interpretarlo. Gritaron: “Ningún rey, señor o gobernante ha preguntado jamás tales cosas”. Esto fue en cierto modo una estrategia de los sabios para convencer al rey de que no estaba siendo razonable, no de que ellos fueran incompetentes. Pero no tenían capacidad para interpretar el sueño y esto de alguna manera demostraba que antes habían mentido al rey y le habían dado una interpretación falsa de sus sueños.

Los reyes o personas influyentes están rodeados de personas que no son veraces y un pequeño porcentaje de ellos comienzan con intenciones genuinas. Por lo tanto, los reyes no permiten que nadie entre en su compañía a menos que hayan demostrado su valía. También conocen las limitaciones de quienes les rodean y saben exponer esas carencias.

Daniel no estaba entre este coco cercano del rey, pero Dios estaba a punto de hacerle lugar. Con un solo acto de competencia, Daniel sería llevado a la corte del rey. Pero en ese tribunal, su fidelidad a Dios lo sostendría porque su acceso era a través de principios piadosos. Muchos, como el sabio, se sostienen en esas posiciones por astucia pero el rey no es una falta que siempre recoge cuando quienes lo rodean no están siendo sinceros.

Cuando Daniel se enteró de la petición del rey, fue donde el rey Nabucodonosor. Daniel pidió al rey que le diera más tiempo. Luego le diría al rey lo que significaba el sueño. Entonces Daniel fue a su casa. Les explicó toda la historia a sus amigos Ananías, Misael y Azarías. Daniel pidió a sus amigos que oraran al Dios del cielo para que Dios fuera bondadoso con ellos y les ayudara a comprender este secreto. El secreto de Daniel era su dependencia del Dios de Israel y mantuvo esa actitud mientras salvaba a los cuatro reyes.

Muchos se corrompen por los cargos y pierden las llaves que les permitían entrar a esos lugares de influencia. Daniel se negó a corromperse por estar en presencia del rey. En esta temporada las puertas se abrirán para entrar a la presencia de reyes pero no te dejes caer. Sigan firmes en los principios de Dios. Daniel no se dejó corromper por la comida de la mesa del rey. Recuerda que en presencia del rey no te dejes llevar por la lujuria por su alimento de influencia.

Dios lo bendiga 

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