Entendiendo el tiempo establecido por Dios

Abraham envió a su siervo Eliezer a buscar una esposa para su hijo Isaac. El siervo había visto cómo Dios había sido fiel a su señor y por eso comprendió el poder de la oración. 

Eliezer oró para que Dios le diera buena rapidez para cumplir la tarea que le había encomendado. También le pidió a Dios que confirmara quién sería la novia elegida para Isaac, diciendo que quien no sólo le diera de beber de agua cuando él la pidiera, sino que también diera de beber a sus camellos, sería la indicada. 

Su pedido era simple, pero ¿qué podría causar que una damisela que nunca había conocido le mostrara ese tipo de amabilidad y exhibiera tales modales? Esto sólo podría suceder si la criaran y le enseñaran cómo tratar bien a los mayores y a los extraños. Quizás no era la primera vez que Rebeca mostraba tanta bondad hacia un extraño o un anciano.

Antes de esta oración, Dios le había permitido a Rebeca pasar por situaciones y entrenamiento que le permitieron cumplir esa oración. ¿Qué circunstancias pudieron haber causado que ella tuviera tal corazón que le permitiera cumplir con los requisitos establecidos en esa oración?

Dios conoce la conclusión de cada asunto incluso antes de que se haya manifestado. Aunque Dios conoce la conclusión de todo, ha dado a los hombres la libertad de cambiar sus planes e incluso alterar el final de los acontecimientos sólo por las decisiones que toman. Rebeca pudo haber tenido un mal día y cuando llegó al pozo, pudo haber estado demasiado cansada para lidiar con Eliezer ni atender su pedido de agua. 

Dios, en su sabiduría, eligió a Rebeca para ser esposa de Isaac. Pero para que eso sucediera Dios le permitió pasar por ciertas experiencias que la moldearon. Tal vez algunas de esas experiencias fueron duras y dolorosas, pero ella permitió que esas experiencias la ayudaran a obtener la sabiduría que la llevó a dar agua a los camellos de Eliezer.

Dios tiene tantos eventos planeados para tu vida. Pero la tarea de alinearse con esos eventos es suya y las decisiones que tomará lo posicionarán para cumplir esas tareas o perderá la experiencia. Se necesita mucho para alinearse con el plan de Dios para tu vida. No es de extrañar, por tanto, que Moisés le pidiera a Dios que nos enseñara a contar nuestros días para que muchos inclináramos nuestro corazón hacia la sabiduría.

A veces hay madurez que viene con la edad, pero te sorprenderá que no todas las personas mayores sean maduras y sabias. La sabiduría no viene sólo con la edad sino que se imparte con la experiencia. Dios tiene un plan establecido para cada individuo, pero la responsabilidad es nuestra de alinearnos con su voluntad y propósito para nuestras vidas. Algunos se descalifican porque no se permiten madurar y obtener la sabiduría necesaria para ejecutar el plan de Dios.

 Isaac tuvo esposa porque Rebeca permitió que su educación sacara lo mejor de ella. Muchas jóvenes lloran y dicen que parece que están malditas porque Dios no quiere que formen sus propias familias. Pero puede ser que Eliezer haya sido enviado a ti y no hayas dado agua a sus camellos. Es hora de asumir la responsabilidad de tu destino teniendo la sabiduría necesaria para alinearte con el propósito de Dios para tu vida. Dios tiene un plan establecido para cada evento, pero sólo porque él lo desee no significa que sucederá de acuerdo con su plan. Mi oración es que esta generación tenga la sabiduría para alinearse con los planes establecidos por Dios. Dios lo bendiga.

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