De la semilla a la cosecha: maximizar las bendiciones de Dios

La Biblia habla de las semillas y dice que Dios es quien suministra las semillas. Mucha gente come la semilla porque no entienden qué es la semilla. En cada cosecha hay dos cosas: Dios suministra la semilla y el pan. Pero si comes la semilla, no tendrás nada que plantar. La Biblia cuenta la historia de una viuda en una temporada de sequía y cómo tuvo aceite y harina para una última comida. Entonces, aunque esa comida apareció como pan, era una semilla. Esa única comida era una semilla y, si la liberaba, tendría un milagro de provisión en una temporada de sequía.

Una semilla no se limita a las ofrendas. Una semilla puede ser lo que Dios te da para invertir en cualquier área de tu vida, y si haces mal uso de esa semilla y la usas como pan, es posible que nunca puedas construir ese negocio que Dios quiso que nacieras a partir de esa semilla. ¿Qué es eso que Dios ha suministrado como semilla en tu negocio, hogar o ministerio?

Existe un término utilizado en los negocios llamado capital semilla, que se refiere al tipo de financiamiento, dinero o recursos utilizados en la formación de una empresa. Si el empresario o la mujer se come el capital inicial, nunca podrá poner en marcha su empresa. Entonces, cada vez que Dios te bendice, te da semilla para plantar y pan para comer. Pero muchas personas no tienen la disciplina para plantar la semilla. La clave para dar o invertir es poner en el suelo lo que espera recibir a cambio. Alguien dijo una vez: "Da en la dirección que deseas que vaya tu vida".

Este mes de Octubre será un Mes de la Cosecha, pero no podrás cosechar si no hay semilla en tu tierra. La viuda dio su última comida, pero a través de esa única semilla obtuvo acceso a mayor provisión. Muchos han comido semilla porque no se les dijo que cada cosecha tiene semilla y pan, y que la próxima cosecha consiste en separar la semilla del pan. ¿Deseas una gran cosecha? Aumenta la semilla en tu terreno. Este mes, si quieres tener acceso a una cosecha, deja que tu semilla hable. Dios lo bendiga.

Anterior
Anterior

Revelando el lenguaje oculto de los sueños y las visiones

Próximo
Próximo

Convertirse en Walking Dead: más allá del miedo