LAS FALSIFICACIONES se han vuelto tan hábiles que se ha vuelto difícil distinguir entre billetes reales y falsos. Pero es raro escuchar que la gente haya dejado de comerciar por miedo a los billetes falsos. El comercio continúa, pero se toman medidas para que los comerciantes puedan reconocer billetes reales. Cuando se aprende a identificar billetes reales, no se le muestran billetes falsos, sino que se le enseña a utilizar moneda real. Cuando uno se familiariza con la moneda real, puede identificar fácilmente la moneda falsa.

Pero en la iglesia, parece lo contrario, la gente está más preocupada por identificar a los falsos profetas y algunos incluso dicen que no confían en todos los profetas y que todos los profetas son falsos. ¿Será que el diablo tiene más profetas que Dios? Según Wikipedia, aproximadamente un billete por cada 10.000 billetes es falso y además el número aproximado de billetes falsos en circulación es de 70 millones. Imagínese si los sistemas del hombre pueden lograr frenar la circulación de moneda falsa hasta ese punto, ¿qué pasa con el sistema de Dios? Note también que el diablo cuando se rebeló contra Dios, se llevó alrededor de un tercio de los ángeles. Dios siempre tiene más.

El ministerio profético es primordial porque Dios lo usa para anunciar las estaciones venideras. La Biblia dice que Dios no hará nada a menos que se lo revele a Sus siervos: los profetas. Estos individuos cargan con una gran responsabilidad, pero aun así el mundo ha estado cegado ante ellos porque está más centrado en identificar lo falso.

¿Cuáles son entonces las marcas de un verdadero profeta? Un profeta es un vaso a través del cual fluye el Espíritu de Dios; debido a la diferencia en la personalidad del hombre, el Espíritu de Dios se expresa a través de los profetas de manera diferente. Pero la única señal clave es que el Espíritu de profecía es el testimonio de Jesús. Cuando conoces a un profeta, él te manifiesta a Cristo a través de su personalidad y te sientes más atraído a Cristo. Debido a que las personalidades de los hombres son diferentes, ningún profeta puede ser similar a otro y en ocasiones porque el vaso es carnoso y hay margen de error. Cada profeta en la Biblia fue una sombra o profetizó sobre la venida del Mesías. 

El ministerio central de un profeta es señalar al hombre hacia Jesucristo. Kenneth E Hagin escribió sobre un hombre que dio una palabra profética en uno de sus servicios y justo después del servicio vino una mujer y habló en voz alta que el hombre era un pecador y que no se le debería haber permitido hablar frente a la iglesia. Inmediatamente dio el ejemplo de que podría haber sido mejor si cierta mujer de la iglesia hubiera dado la palabra porque vivía una vida santa.  

El Espíritu de Dios habló a través de Hagin y él reprendió a la mujer y dijo que antes de entrar a la iglesia, el hombre le había pedido a Dios que lo perdonara y que la mujer que ella suponía era santa había vivido durante los últimos 15 años con amargura hacia su hermana. . Debido a que la mujer había usado sus ojos naturales, asumió que la hermana era más justa que el hombre que había dado la palabra profética. Así es como muchos en nuestro tiempo se pierden cuando intentan separar a los verdaderos profetas de los falsos discípulos.

Si la iglesia acepta la misión profética, los fieles verán a Dios moverse de una manera que aún no hemos experimentado. Sin profetas, hay ciertas temporadas que no veremos aunque Dios quiera que sucedan. Dios tiene más profetas de los que podemos imaginar. Aprenda a reconocer a sus verdaderos profetas.

Dios lo bendiga.